The Rolling Stones, Exile On Main St.

Exile on Main St. —en español: Exilio en la calle Principal— es el décimo en el Reino Unido y duodécimo en los Estados Unidos álbum de estudio de la banda de rock británico The Rolling Stones, publicado en el año 1972. Este se comenzó a grabar a mediados de julio de 1971 en una mansión que el guitarrista Keith Richards alquiló en el sur de Francia después de que la banda decidiera marcharse de Inglaterra por graves problemas con el fisco. Además, Richards comenzó a consumir grandes cantidades de droga hasta el punto de que se mantenía varios días despierto, haciendo que los Stones tuvieran grandes dificultades para concentrarse.[1] La producción, encabezada por el estadounidense Jimmy Miller, cuarta consecutiva y penúltima con el grupo, se finalizó en Los Ángeles, California, en marzo del siguiente año. Salió al mercado como un álbum doble (el disco más largo de la banda) el 12 de mayo bajo el sello discográfico de la banda Rolling Stones Records, y distribuido en Norteamérica por Atlantic Records.

Cuenta Richards en sus memorias (Vida, 2010) que, una vez asentados en la costa mediterránea de Francia, compró una lancha con la que varios Stones y algunos amigos solían bordear la costa francesa hasta Mónaco e incluso hasta Italia, donde solían desayunar. Recorrían con tanta frecuencia esa ruta que comenzaron a llamarla Main St. Ello, unido al hecho de haber tenido que salir de Inglaterra por los altísimos impuestos de la Corona, que les hacía sentirse exiliados dio nombre a este álbum. Piensa Richards que tuvo tanto éxito en EE. UU. porque prácticamente en todas las ciudades existe un Main St.

Este material discográfico tiene gran influencia de la música afroamericana, contiene además de los sonidos clásicos de rock and roll, country, blues y rhythm and blues que la agrupación inglesa había empleado en sus trabajos anteriores, toques de otros géneros musicales inéditos en ellos como rockabilly, boogie-woogie, jazz y góspel. Las mayoría de las letras siguen la misma fórmula de la canción rock, hablando de mujeres, sexo y drogas (pero con las referencias sexuales y sobre drogas menos explícitas que en su antecesor Sticky Fingers de 1971), más algunas tienen carácter más personal, contando la soledad y alienación que sufrían al ser estrellas de rock. El fotógrafo suizo-estadounidense Robert Frank se encargó de la fotografía de la portada, inspirada en su obra The Americans, y John Van Hamersveld de su diseño.

Debutó en el número uno de las listas de los más vendidos en los Estados Unidos y del Reino Unido en julio de 1972 y se convirtió en un gran éxito comercial, certificándose disco de oro en la Unión Americana a un par de semanas del lanzamiento. Hasta la fecha ha vendido más de un millón de copias en los Estados Unidos. De él se desprendieron dos sencillos promocionales, «Tumbling Dice» y «Happy», los cuales tuvieron éxito en las carteleras. Pese a la gran aceptación popular tuvo una fría acogida por parte de la crítica, señalándolo como «mal producido, mal organizado, autoindulgente y carente de números clave.Después fue revalorado y comenzó a ser considerado uno de los mejores trabajos realizados por el grupo, la crítica lo coloca como el mejor, y uno de los discos más importantes de la historia del rock. El álbum es apreciado por estos como el último de una serie que empezó con el Beggars Banquet y que se considera la «cima creativa» de la carrera de los Stones.
La revista Rolling Stone lo posicionó en el séptimo puesto en su lista de Los 500 Mejores álbumes de todos los tiempos

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